domingo, 19 de julio de 2015

Introducción del Renacimiento en Catalunya


Introducción del Renacimiento en Catalunya

La difusión de los nuevos elementos clásicos en la arquitectura


Los modelos del Renacimiento están basados en la copia de las obras de la antigüedad. Brunelleschi y Alberti introducen las formas romanas, con dos formas de ver el lenguaje, el primero a través de la contemplación de las ruinas y el segundo por el estudio de Vitrubio. El lenguaje se difunde al resto de arquitectos con las ilustraciones de los tratados, única fuente de conocimiento de los artistas. Las primeras ediciones de Vitrubio eran en latín, muchos maestros de obras utilizaban las láminas ilustradas en dos dimensiones de difícil interpretación. Los primeros arquitectos no habían observado las ruinas ni habían leído a los clásicos, pensaban que tenía un sentido decorativo y no estructural, copian los elementos sin entenderlos y que se observan por ejemplo en el Pati del Tarongers del Palau de la Generalitat de Barcelona y en la Iglesia de Santa Eulalia de Esparreguera, 1587-1612 -arcos de medio punto con bóveda de crucería-. La Iglesia de la Abadía de Montserrat, un ejemplo antes de su destrucción por las tropas napoleónicas o la Iglesia prioral de San Pere de Reus. Benet Otger. 1512-1569, una iglesia gótica en cubierta y alzado. Todos ellos una mezcla del lenguaje gótico y renacentista.                                                       



                                                                 

                                            


La llegada a Catalunya de estos modelos coincide con la moda del grotesco (grotta) que hacia furor en Italia, una pintura caprichosa de temática fitomórfica habitual en las casas patricias romanas, criticado por Vitrubio ya que aparecen seres monstruosos, especies vegetales que se convierten en sirenas y seres estrafalarios.  Cuando se descubre la Domus Aurea, el palacio de Nerón, los artistas que estaban en Roma se descolgaban para ver esas pinturas. Rafael copia estos dibujos en las Logias vaticanas. Esta moda se expande en el quatrocento y cinquecento al mismo tiempo que se difunde el Renacimiento.  Los maestros de obras en España combinan los órdenes arquitectónicos con los grotescos en relieve; nunca antes se habían mezclado ambos conceptos en la arquitectura. En Catalunya, las primeras muestras de arquitectura muestran ambas cosas.



La puerta de la casa de Ardiaca. Barcelona. 1490-1514.

Esta puerta es el primer ejemplo que encontramos. El edificio que estaba anexo a la muralla, fue adquirido por Lluis Desplá humanista y ardiaca de la Catedral de Barcelona. En el patio conservaba sarcófagos y relieves de bustos romanos, hoy en el MNAC. Es una puerta clásica con pilastras, capiteles corintios, arquitrabe y frontón triangular. El fuste de la pilastra se decora con grotescos. Se les llamaba “a la romana” ya que el renacimiento no se define hasta el siglo XVIII.
Los elementos “a la romana” son visibles en la arquitectura doméstica y religiosa, como en la portada de la Iglesia de San Miquel, en la plaza de San Miquel, derribada en el siglo XIX. La puerta se desmonto a piezas y se colocó en el lateral de la Iglesia de la Mercé en la calle Ample.

                                                

     

                                               





Palacio de LLuis de Centelles. Barcelona (calle Montcada). Rene Ducloux. 1514-1517.
   

Un edificio gótico al que abren nuevas ventanas con elementos arquitectónicos y escultóricos “a la romana”. La decoración sobre las puertas es renacentista.   El patio es de planta irregular a uno de los lados se sitúa  la escalera.





  


Casa Gralla. Barcelona. 1504-1520. Mateu Capdevilla, Antoni Carbonell y Pedro Fernández.

Desaparecida y expropiada con la construcción de la calle Portaferrisa y Canuda. Grabado y fotografía del siglo XIX. Una de las normas arquitectónicas de Vitrubio es el eje de simetría de los edificios, como el cuerpo humano. En este  edificio no se sigue esta norma, los órdenes tienen solo un sentido decorativo. Los arquitectos italianos del renacimiento situaban la puerta centrada con las hiladas de ventanas.

La casa Gralla contenía el primer patio regular, es una muestra de la hibridación heterogénea de la época, los arcos ojivales están soportados por capiteles y el fuste de las columnas es estriado, con un diámetro inferior a lo que corresponde. Es la misma hibridación del Pati dels Tarongers del Palau de la Generalitat de principios del siglo XVI: arcos ojivales con capiteles jónicos.

Cuando se hizo el derribo, Joseph Xifre compró el edificio y lo desmontó, algunas piezas se perdieron. Las piezas conservadas están en el museo de Santa Cana en Badalona. El patio fue reconstruido por August Font en la Casa Brusi en el barrio de Sant Gervasi. Retrasó la escalera y dejó el patio regular definido por una arquería regular. Entre 1920-1930, la casa quedó afectada por la construcción de la plaza Molina, el patio se desmontó de nuevo y fue a parar a un trapero de Mijas en Málaga. Años más tarde el presidente de Prosegur lo encontró y lo mando reconstruir en la sede de su empresa en Hospitalet de Llobregat. La escalera se quedó en su pabellón de caza de Toledo.

                                         
                                         
             






Hay otros ejemplos que trataré más adelante: Real Colegio de Tortosa, Palacio del Lloctinent en Barcelona, el Ayuntamiento de Arnés en la Matarranya, ... El renacimiento más académico entrará con la escuela del Camp de Tarragona, Jaume Amigó y Pere Blai. 








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